IHS (a veces JHS) es un monograma del nombre de Jesucristo. Desde el siglo III la iconografía cristiana se ha nutrido
con estas representaciones del nombre de Jesús; también se puede encontrar IH
simplemente para Jesús, y XP para Cristo que pasaron de abreviaturas a
símbolos.
El monograma IHS aparece en los primeros
siglos de nuestra era, a partir del nombre griego de Jesús: Ihsoys o Ihcoyc, del que sería abreviatura. Esta abreviatura es IHC, siendo
sustituida la sigma final por la S,
pero permaneciendo la eta griega (una
e), por su similitud con la H latina, y quedando como lo conocemos
ahora.
Desde el siglo VI
se encuentra la errónea grafía de Ihesus.
El olvido del origen del monograma dio lugar a etimologías populares, la
más conocida es la de Iesus
Hominum Salvator (Jesús salvador de los hombres) o incluso, haciendo
que la h haga referencia a Jerusalén.
Otras explicaciones legendarias, se han unido al emperador
romano Constantino,
al que se le habría aparecido el signo junto a las palabras In Hoc Signo vinces (en latín con esta señal vencerás), haciendo referencia a que si se
convertía, vencería en la batalla del
Puente Milvio. Sin embargo, tras esta batalla Constantino adoptó
como símbolo el lábaro
con el monograma de Cristo XP, no este otro monograma.
Otras interpretaciones muy posteriores, acercan el monograma
a idiomas modernos. Así, serían las iniciales en inglés de I Have
Suffered (yo he sufrido, haciendo referencia al sufrimiento de Cristo en la
cruz) y en alemán
de Jesus Heiland
Seligmacher.(Jesús Bendito Salvador)
San Ignacio de
Loyola adoptó el monograma en su sello de Superior de la Compañía de Jesús (1541), y de esa forma se
convirtió en el emblema de su instituto. IHS se ha tomado algunas veces de
forma errónea como "Jesus Hominum (o Hierosolymae) Salvator," es
decir, Jesús, el Salvador de los hombres (o de Jerusalén = Hierosolyma).
Este monograma se encuentra en numerosos cuadros y relieves,
a menudo en solitario, pues su sola presencia ya es una representación del
espíritu divino para los cristianos. Además a menudo se encuentra asociado con
otros símbolos también representativos de Jesucristo o muy cercanos a él
simbólicamente.
El monograma
junto a la cruz.
El monograma fundido con la cruz.
La representación desde el paleocristianismo es muy
rica y variada, acompañándose a menudo de otros elementos, como la cruz. La
cruz ha acompañado al monograma tanto en mayúsculas (ilustración de la derecha)
como en minúsculas, a menudo usando la h minúscula para simbolizar a la vez la
cruz atravesándola con un trazo, especialmente utilizando para ello las
minúsculas góticas, como en la ilustración de la izquierda.
Unida a la vinculación con la cruz, se ha dado la
representación del monograma IHS junto a Jesús, a menudo crucificado, si bien
se ha dado también junto con el niño.
Se dio durante el románico su inclusión en los crismones, afirmando la
presencia del hijo en la Trinidad (Padre, Hijo y
Espíritu Santo) que se unía a este símbolo cristiano, si bien ambos en realidad
remiten al mismo símbolo: el de Jesús.
El monograma en medio de un sol radiante.
El monograma IHS fue adoptado como sello por Ignacio de Loyola, uno de
los fundadores de la Compañía de
Jesús, con lo que devino en símbolo de la Societa Jesu. Tras usarlo así Ignacio en su sello como general o
superior de esta orden, los jesuitas a menudo lo unen a unos rayos solares que
se desprenden del símbolo a modo de corona o incluso, como en el ejemplo de la
derecha, junto con un sol entero y radiante.
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