22.04.12 - 00:24 - J. R. ALONSO DE LA TORRE
Alejandro Domínguez López ha heredado de su padre el
espíritu inquieto. En Badajoz, lo recuerdan como el encargado del mítico
pub Luna y el dueño del pub Tito. Un buen día dejó la hostelería y se
dedicó a la venta de artículos al por mayor: primero, de zapatería;
después de pesca.
Algunas inversiones fallidas, algunos desengaños
personales, el hartazgo de la noche y de los negocios acabaron
empujándolo a buscar tranquilidad. Encontró una casa en Alburquerque, la
compró, la reformó y trasladó a ella el fruto de su pasión: coleccionar
antigüedades.
Ahora vive en una casa museo que enseña a quien la quiere
ver de manera generosa, sin ánimo de lucro, pero le gustaría que su
museo fuera reconocido y apoyado. Esta es la historia de un hombre solo.
-¿Por qué nace en Ourense?
-Mis padres hacen muebles de talla en Ourense. Pero mi
padre compra dos camiones y se viene con la familia a trabajar como
transportista en las obras del Plan Badajoz, a hacer los pantanos de la
época de Franco. Mi infancia, mis estudios, mis amistades las hago en
Badajoz, aunque tengo sangre gallega por parte de mis padres.
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