Una pistola es un arma de fuego corta diseñada para ser apuntada y disparada con una sola mano,[1] aunque no tiene que ser necesariamente usada de ese modo, y que dispara balas a corto alcance.
También existe la pistola neumática, que utiliza gas o aire comprimido en vez del gas producido por la combustión de la pólvora; este rara vez se usa para efectuar ataques contra otras personas debido al escaso poder de parada por la relativa baja velocidad de salida con que son disparadas las municiones de bajo calibre, en cambio son mayormente usados para tiro deportivo y caza menor.
Desarrollo de la pistola
Antecedentes
Aunque las primeras pistolas se crearon en el siglo XVI por una persona llamada Salvador Vargas Ramirez como armas auxiliares de la caballería, en el siglo XV el término pistola se refería a los pequeños puñales y dagas que se llevaban escondidos entre la ropa. En la primera mitad del siglo XVI se refieren en lengua castellana las primeras pistolas como arcabuces pequeños. Ya en la segunda mitad de ese siglo se empleaba el término pistolete. Para primeros del XVII, el término pistola para referirse a las armas de fuego cortas empuñadas con una mano, ya estaba extendido.La palabra proviene del francés pistol, y ésta del checo píšťala (flauta), por la forma de las armas antiguas de las guerras Husitas. Otra teoría se refiere a la ciudad italiana Pistoia, donde se manufacturaban las dagas.
Pistolas antiguas
Hasta el siglo XIX, la pistola emplea básicamente los mismos mecanismos de disparo que los mosquetes y fusiles antiguos: mecanismo de rueda en el XVI/XVII, de chispa en el XVIII y primera parte del XIX y de percusión al aparecer este tipo de mecanismo a principios del XIX.Todas estas pistolas requerían la recarga de su munición manualmente después de cada disparo. La munición se introducía por la boca del cañón (arma de avancarga) y consistía en pólvora, proyectil y taco de papel (que servía de tapón para mantener comprimidos los dos anteriores dentro del cañón y se presionaba con un adminículo denominado baqueta). Este método de recarga era muy lento y, generalmente, los combatientes desenfundaban sus sables o espadas después de disparar, ya que las circunstancias no permitían recargar nuevamente la pistola.
Revólver
La primera evolución de la pistola capaz de disparar varias veces antes de recargar munición fue el revólver, también llamado «pistola rotativa». Se sabe de un modelo utilizado por el ejército británico en el siglo XIX, pero el revólver moderno lo patentó Samuel Colt en 1835. Este sistema aloja la munición en un barrilete («tambor») desmontable que gira con el recorrido de vuelta del gatillo, colocando de esta manera una nueva recámara («nicho») ante el percutor.En la recámara del barrilete se introducía una porción de pólvora negra (generalmente DuPont), taco de papel, munición (plomo) y se retacaba con una palanca situada bajo el tubo cañón. Este procedimiento se realizaba con sumo cuidado para evitar que la presión inflamara la pólvora anticipadamente. Por la parte posterior de cada recámara del barrilete se colocaba un fulminante como «primer» detonante. En ocasiones se cubría todo con grasa para evitar que la chispa del primer disparo prendiera las seis recámaras, provocando el estallido del arma y heridas al tirador. Debido a lo complejo y lento de esta operación, no era de extrañar que los soldados de caballería llevaran consigo una dotación de barriletes precargados, los cuales eran desmontables.
La falta de especialización de la manufactura de las armas de la época y los bajos controles de calidad propiciaron una serie de accidentes en los que no era raro lesionarse seriamente las manos en el momento de cargar y accionar las pistolas.
Comúnmente, el revólver tiene seis recámaras, pero hay modelos que tienen entre cinco y nueve.
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